¡Estamos de celebración! El libro ‘El arte de pedir para conseguir tus objetivos’ celebra su tercer aniversario. ¡Yuhuuuuuu!
El primer libro, como las primeras veces de tantas experiencias de vida, son muy especiales y muy recordadas. Así lo vivo yo. Este, mi primer libro, es fruto de mucho esfuerzo y nació de algo tan sencillo y tan complicado como es creer en mí y en mi método ‘El arte de pedir’.🚀
Escribir un libro cuando no te conoce ni blas requiere buenas dosis de valorarte, creértelo y ponerte a ello, sin infravalorarte, ningunearte o cuestionar tu capacidad para aportar al mundo.
Muchas personas, algunas me lo dicen con frecuencia, creen que el libro se crea en momentos de paz y armonía. Puede que en algunos casos sea así. En mi caso fue todo lo contrario. Escribí mi primer libro con el dolor en mi cuerpo, mente y alma, y recibiendo un acompañamiento psicológico intensivo por el trauma causado por un accidente muy grave y tantos otros dolores que llegaron sin avisar.
Después de más de 20 años como empleada tomé la decisión de emprender, con 2 hijos pequeños y muchas dudas y también ilusiones. Cinco días después de tomar la decisión de dedicarme 100% a ‘El arte de pedir’ me atropelló frontalmente un coche yendo yo en moto. Recibí cirugía urgente en mi hombro y estuve más de medio año de baja y en recuperación física y psicológica intensiva.
Con el dolor en mis venas y con constantes lágrimas en mis ojos por sentirme vulnerable, muy cerca de la muerte en ese accidente terrible, escribí mi libro, mi primer libro, con Guiomar de @CulBucks como guía y mentora.
Ya sabes que el dolor no tiene límite ni razones. Unos 8 meses tras el accidente y aún con recuperación constante y durísima para recuperar la movilidad de mi hombro, mi referente de vida y padre de mi querida vida, nos dejó por un maldito cáncer.
Las capas de dolor seguían solapándose, una encima de la otra, y seguí escribiendo mi primer libro, sacando fuerza y también demostrándome a mí misma qué soy mucho más que el dolor que me trae la vida.
Los acontecimientos no mejoraron. Solo empeoraron. La muerte de mi padre tuvo un impacto enorme en mi entorno cercano y querido. Visité varios psiquiátricos para abrazar y cuidar a personas estimadas, aún con el dolor del duelo y de las heridas del accidente de moto.
El dolor fue mi trampolín para sentirme viva, entera y sana, gracias a los tratamientos psicológicos. Pedir ayuda reforzó mis ganas de ayudar, contribuir y aportar. Soy mucho más que el dolor que siento. Soy lo que el dolor me enseña y desde ese lugar escribí mi libro ‘El arte de pedir para conseguir tus objetivos’.
A veces queremos pasar página para sortear el dolor o queremos pagar peajes para acortar las emociones que acarrea el dolor. Mi aprendizaje es que estar en el dolor y abrazarlo te enseña más sobre ti, sobre tu entorno y sobre todo te da un baño de vulnerabilidad y autenticidad que este mundo pide a gritos.
Gracias, pedirólogos, por leer cada página del libro que escribí para abrir al mundo un método que aprendí y que me apasiona compartir sin fronteras. Miles de gracias a los cientos de lectores pedirólogos en España, América Latina y tantos otros rincones en el mundo.
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