Esos locos pedirologos

Esos locos pedirólogos

Los más pequeños son nuestros maestros. Y si eres padre o educador, seguramente sabrás que los niños y niñas son más sabios de lo que nos imaginamos. Y si no, pregúntate lo siguiente: como padre ¿cuántas veces has cedido a peticiones de tus hijos, aunque puedan parecerte egoístas y que no se preocupan por ti? Y como educador, ¿cuántas disputas en el recreo te han pedido que solventes mediante tu mediación?

Y tuve prueba de ello el pasado 25 de enero cuando impartí un taller participativo sobre dar, pedir y recibir en una clase de cuarto de primaria. Lo hice con los tres profesores de cuarto de primaria y Marta Ruiz, amiga y profesora del colegio La Miranda The Global Quality School, quien, al finalizar la charla que di en la presentación de mi nuevo libro, lanzó la idea de llevar ‘El arte de pedir’ a los más pequeños. Esas palabras de Marta me abrieron la mirada y aún más la abrí al ver a esos peques, entre ellos mis hijos Marc y Nicolás, con sus ojos grandes y atentos, escuchando mi presentación con plena curiosidad. 

Y permitirme que me corrija. Dije impartir un taller, aunque en realidad fue compartir un taller. Ya no solo con los profesores, también con los más pequeños.

Me quedé con la boca abierta al escuchar a los más menudos. Las lecciones que me dieron y comparto contigo son: 

  1. Para pedir a papá y mamá lo que quiero, primero he de darles un abrazo y preguntarles cómo están. 
  2. Las rabietas no sirven para nada cuando me dicen que no. Lo mejor es contar hasta 10 y así tranquilizarme. 
  3. Sea lo que sea que pida, he de hacerlo con respeto y con buenas palabras, sin gritar ni exigir. 
  4. No es bueno ver a los papás como un monedero que paga por nuestros deseos. Nuestros papás son personitas
  5. Reconozco que en ocasiones los profes solo me interesan para que resuelvan las disputas en el patio que no me atrevo a solucionar solo. 
  6. Si los papás llegan a casa muy cansados o tal vez enfadados, no es buen día para pedirles nada de nada. 
  7. Observar bien a quién pido me ayuda a intuir qué emociones siente en ese momento y así decidir si dar el paso de pedir o no. 
  8. Si quiero ir al parque, es más probable que mis padres me digan que sí si he hecho los deberes, arreglado la habitación y ayudado en casa. 
  9. Antes me enfadaba si mis padres me decían que no íbamos al cine y ahora he aprendido a preguntar cuándo iremos y cómo me he de portar para que me digan que sí. 
  10. Si un día pido con exigencias y malas formas, pedir perdón es una muy buena solución. 

Estos pequeños son sabios y cada día nos enseñan algo que como adultos puede que nos cueste más. Salí de la escuela pidiéndome despertar a la niña que llevo dentro para atreverme a dar, pedir y recibir con esa mirada que los niños y niñas de 4º de primaria de La Miranda The Global Quality School me han mostrado. 

GRACIAS pequeños grandes pedirólogos por compartir vuestro conocimiento y querer mejorar vuestras habilidades con el programa “El Arte de Pedir para Pedirólogos Menudos” que imparto a través de charlas, talleres y mentorías 1-a-1. Si eres educador o quieres que, en tu escuela, centro formativo y/o universidad se domine el Arte de Pedir, escríbeme a silvia@silviabueso.com y nos pondremos manos a la obra. 

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Silvia Bueso

Soy conferenciante, formadora y coach, experta en ‘El arte de pedir’. Te enseño a pedir y conseguir tus objetivos, sin tener que pedir. Despierto la magia de pedirólogos en potencia con mis artículos, talleres y conferencias.

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