Me gusta decir que de lo incómodo surgen oportunidades mágicas. Te sorprende lo que te digo y te entiendo. Cuando nos atrevemos, descubrimos algo nuevo en nosotros y en los demás.
Todo es incómodo al principio, y si le das la bienvenida a lo incómodo y continúas, lograrás vencer la zona de incomodidad. En otras palabras, habrás creado una nueva zona de comodidad que se habrá expandido. Y esto significa que habrás crecido como persona.
Toma nota. Si estás incómodo es porque estás creciendo. Así de claro. Incorpora esta nueva perspectiva en tu vida. Ante la incomodidad, no te hagas pequeño ni te escondas, felicítate y lánzate el mensaje de ‘estoy creciendo’ y da la bienvenida a lo que surja.
Está siendo un año mágico para mí y cada día me doy más cuenta de que la incomodidad es mi aliada para crecer y descubrirme. El accidente de moto fue incómodo y también una experiencia que me ha enseñado lecciones de vida. Siento que me conozco mejor y lo celebro.
En los talleres que imparto siempre está abierta la puerta de la incomodidad. Y no es por casualidad que toma fuerza. Mi intención es clara. Quiero que los participantes sientan la incomodidad en su propia piel, le pongan nombre y la mencionen, y busquen su manera de vivir y convivir con ella, siendo conscientes de su reacción e impacto ante los demás.
Cuando salimos de la zona de confort, tomamos riesgos que se convierten en oportunidad para salir de nuestros patrones y descubrir todo el colorido de nuestra personalidad.
A este verano le pido más incomodidad. Quiero sacarme más punta. Las vacaciones son ideales para reflexionar, ordenar ideas, decidir y tomar compromisos. Aquí van mis ‘yo quiero’:
- Quiero elegir, siendo más firme y clara al decir que no. Me cuesta y lo sé. Cuando siento mariposas en el estómago, es que la pasión está encendida. Elijo dar charlas y conferencias ante audiencias de más de 100 personas.
- Quiero darme más respiros y pausas para evitar que las prisas me dominen y me acelere. Son lo que llamo mis momentos vitamina, sin culparme ni castigarme. Elijo hacer deporte dos veces por semana e ir a recoger a los niños al cole dos tardes.
- Quiero pasar más ratitos con los míos, estando presente al 100% y sin mirar el móvil. Elijo viajar en familia dos veces al año.
- Quiero tener un coach que me ayude a integrar todos mis desafíos y aprendizajes, y sobre todo despierte más mi lado sereno y espiritual. Elijo abrirme y confiar en mi coach.
- Quiero escribir un libro sobre el Arte de Pedir, con mis experiencias y conocimientos en estado puro. ¡Ya estoy en ello!
- Quiero presentar la nueva imagen de marca de El Arte de Pedir y los vídeos que pronto estarán a tu disposición.
- Quiero seguir pidiendo ayuda cuando la necesite. Pedir ayuda es de valientes.
Te invito a que prepares tu lista de ‘yo quiero’ después de preguntarte: ¿Qué te incomoda? ¿Dónde sientes la incomodidad? ¿Cómo plantarle cara a la incomodidad? ¿Qué surge en ti cuando das la bienvenida a la incomodidad? Disfruta de lo incómodo para crecer.
¡Feliz verano!