Viva las expectativas en positivo y conscientes. Yo he caído en la trampa. Me he creado expectativas en mi mente -sin haberlas expresado de forma proactiva y consciente- y cuando no se han cumplido, me he frustrado, resentido y quejado. Son sentimientos que agotan a cualquiera.
Todos tenemos necesidades. Y todos creamos expectativas en nuestra mente para que esos deseos se cumplan o sean atendidos. Tener expectativas supone esperar y cuando esperamos algo, tomamos una actitud pasiva. Nos enfadamos y frustramos por el mero hecho de que nuestros deseos no se hagan realidad. Aparece entonces el reproche y el resentimiento, y en muchos casos culpamos a los demás por no satisfacer nuestros anhelos. Yo he estado atrapada en este círculo vicioso.
La expectativa nos convierte en víctimas. Nos frustramos porque sentimos que somos ignorados y desatendidos por los demás. Recientemente he tenido necesidades que no he sabido manifestar con suficiente contundencia y claridad, y la verdad es que me ha resultado más fácil el reproche y la queja que atreverme a expresar lo que quiero en cada momento. Al mismo tiempo he sido clara en expresar mis necesidades ante algunas personas y aún así no he recibido la respuesta o atención deseada, y he sentido decepción.
Si te sientes identificado con estas palabras, te invito a que tengas las siguientes reflexiones:
- Tener expectativas en positivo y conscientes significa expresar lo que deseas. Así de claro. Yo he necesitado durante un tiempo ser escuchada y evitar conversaciones sobre problemas. Mi mente estaba saturada de dificultades y necesitaba escucha activa y diálogos en positivo. He aprendido a pedir expresamente lo que necesito y he aprendido a decir que no. Esta claridad me ha permitido ser honesta y transparente sobre mis sentimientos y ser concreta sobre mis deseos.
- Tener expectativas en positivo y conscientes supone asumir riesgos. Puede que pidas lo que necesitas y la respuesta sea que no. En este caso también estarás tentado en caer en la frustración y resignación. Y, ¿para qué? Está claro que has hecho tu petición. Sin embargo, no siempre es suficiente para que se den las circunstancias que deseas. La aceptación es tu aliado para evitar un nuevo disgusto. Además puedes darle una vuelta a la tortilla, aceptando, sin queja ni mueca alguna, y agradeciendo lo que surja.
- Te invito a que pienses en lo que sí depende de ti y lo que no depende de ti. Es importante que entiendas que no puedes controlar a los demás, ni las situaciones de la vida ni el mundo en general. Lo que si depende de ti es decidir cómo reaccionas ante lo que te viene.
Dile adiós a las expectativas que te generan frustración, enfado e irá. Dejarás de ser esclavo de lo que esperas. Tener expectativas con actitud proactiva es tomar las riendas de tu vida, es agradece todo lo que te llegue, sin exigir ni reclamar. Si tus peticiones son claras, tienes más posibilidades de satisfacer tus deseos.