Una de las técnicas más efectivas para conseguir lo que quieres está en poner el foco en las necesidades del otro
Si ya sabes qué quieres pedir, escríbelo. Parece sencillo ponerse a escribir y no lo es. Lo primero que vamos a hacer es romper con creencias del pasado.
Cuando pedimos, no lo hacemos desde nuestras necesidades. Borra este pensamiento para siempre. Por supuesto que pediremos para atender nuestras necesidades, y lo haremos –toma nota- poniendo el foco en las necesidades del otro, ya sean de nuestros socios, nuestros inversores o de nuestros potenciales donantes.
Cuando sepas qué les motiva, desde ahí escribirás tu petición, ya sea a través de una carta, un correo electrónico o una propuesta de colaboración concreta, y tus palabras buscarán despertar y reforzar aún más esa motivación compartida. Así conseguirás redactar peticiones ganadoras para todos.
La petición será ganadora porque estarás construyendo una relación ganadora, desde el respeto y la confianza mutua.
Las 6 claves para escribir tus peticiones y conseguir el sí son:
1. Usa palabras simples y callejeras
Evita los tecnicismos, los términos complejos y acrónimos que sólo tú comprendes. Escribe con un lenguaje fácil y entendible para todos los públicos. Recomiendo que practiques la petición con gente corriente, ajena a tu proyecto o causa. Será la prueba de fuego para asegurar que el lenguaje que utilizas es el de la calle, el del día a día.
2. Bien corto, sin rollos
Ve al grano, sin rodeos. Lo ideal es que redactes frases cortas, con significado y comprensibles. Pon énfasis en aquello que interesa y motiva al donante o al inversor. Redacta desde sus intereses y motivaciones, y utilizando su propio lenguaje.
3. Cuenta historias que den ejemplo
Ponle cara a cada ejemplo. Explica la historia desde sus propios protagonistas, mencionando sus nombres (respeta la confidencialidad) y relatando su vivencia y emociones personales. Así evitarás hablar en abstracto e irte por las ramas. Las historias humanas reales ayudan al donante o inversor a conocer mejor el impacto y los beneficios del proyecto.
4. Concreta los beneficios
Avánzale al inversor o al donante los beneficios a los que tendrá acceso como agradecimiento a su apoyo al proyecto o causa. Los beneficios son ideales para reforzar la relación a lo largo del tiempo y motivar de cara al futuro colaboraciones más ambiciosas para ambas partes. Los beneficios son una excusa ideal para construir relación y reforzar la confianza a largo plazo.
5. Habla de cifras con naturalidad
Habla de dinero con naturalidad, sin miedos. Una manera sencilla es crear rangos de colaboración, asociando un importe de aportación a una serie de beneficios. Está claro que a mayor aportación, mayores beneficios y, por lo tanto, mayor será el impacto y más intensa la relación.
6. Agradece y agradece sin pausa
Da las gracias. Como dice bien la frase, es de bien nacido ser agradecido. Da las gracias si leen tu carta de petición. Da las gracias si cierras una reunión con ellos. Da las gracias si te deniegan tu petición. Sí. Así es. Agradece que te hayan dedicado tiempo e interés por tu proyecto, sea cual sea la respuesta. Toma nota. Pedir tiene que ver con servir a los demás, con servir a sus necesidades e intereses, para también servir las tuyas propias.
La clave está en desvelar las motivaciones compartidas hablando y escribiendo el mismo idioma para apoyar así sueños comunes que forjen colaboraciones ganadoras.